“la verdadera filosofía no conoce incapacidad en ningún hombre, ni
porque haya nacido blanco o negro, ni porque se haya educado en los polos, o en
la zona tórrida” Pedro José Márquez
¿Quién fue Pedro José Márquez?
Nace en Rincón de León, Guanajuato en 1741 (Siglo XVIII). Formo parte de
la Compañía de Jesús, que terminó expulsada en 1767 por órdenes del Rey de
España, Carlos III. Abandona la Ciudad de México a los 26 años y se establece
en Roma, Italia. Tiempo después regresará
a México siendo el único de los exiliados en hacerlo. Fue un apasionado
defensor del hombre débil, dedicándose a una profunda actividad intelectual,
pero sin llegar a ser un filósofo reconocido en la época.
Por motivos de exilio, no alcanza a terminar sus estudios como teólogo
en México, será hasta 1769 en la ciudad de Roma cuando finalice su
formación. Además de los aspectos
religiosos, se interesa en la estética de monumentos, es un apasionado por la
arquitectura de la Roma milenaria, a tal grado, que logra ser admitido en
afamadas escuelas de artes, entre ellas; Bellas Artes de Roma, Bolonia,
Florencia, Zaragoza, Madrid entre otras.
Su trabajo más importante ha sido dar a conocer en Europa la historia
antigua de México, con la intención de demandar y exponer los ataques que
estaban llevándose a cabo en esos tiempos, en la guerra conocida como “La
Disputa del Nuevo Mundo”. Tuvo una
participación preponderante en dicha disputa, ya que a partir de sus estudios
filológicos y su investigación en algunas excavaciones que se llevaron a cabo
en Italia (Con la intención de rescatar vestigios romanos) logró publicar ocho
obras.
Obras
1)
Tablas en que se muestra el punto de medio día y la mitad de la noche,
el nacimiento y la puesta del sol, en el meridiano de Roma para adaptarse a los
relojes italianos y franceses (1790)
2)
Cita de las casas de los
antiguos romanos, según la doctrina de Vitruvio (1795).
3)
Las villas de Plinio el
Joven, con un apéndice de la aurícula de S. scritura, y scamilli aprendida de
Vitruvio (1796).
4)
Sobre lo Bello en General
(1801).
5)
De la Orden Dórica
(1803).
6)
Ensayo de la astronomía,
historia y mitología antiguas de México (1804).
7)
Dos antiguos monumentos de
arquitectura Mexicana (1804).
8)
Ejercicios arquitectónicos
vistos desde arriba, con un apéndice en la hermosa, en general (1808).
9)
Ejemplos de Villa
Mecenas en Tivoli (1812).
Las obras anteriormente mencionadas no cuentan con traducción al
español, inclusive algunas de sus obras continúan inéditas por mencionar
algunas; 10) los Apuntamientos por orden
alfabético pertenecientes a
la arquitectura de
Marco Vitruvio Pollión, que fue escrita
por el autor entre (1784 y1812).
En México no hay mucho conocimiento sobre sus obras; en el libro, “Dos
antiguos monumentos de arquitectura Mexicana”, expone los lugares arqueológicos
de Tajín, Morelos, Veracruz y Xochicalco, elaborando también las ilustraciones y
donde plantea ideas sobre el humanismo.
Pero gracias a dichas publicaciones, Pedro logró en la Europa de su
tiempo un gran reconocimiento,
principalmente entre los intelectuales, artistas y más, que conformaban el
circulo ilustrado del embajador español en Roma Don José Nicolás de Azara.
Pensamiento
El Padre Márquez mantuvo dos intereses esenciales, motivo que lo alentó
a seguir:
1) La Exposición de la Cultura Mexicana en
Europa, (la historia antigua de México).
Para Pedro esta exposición se da como una necesidad. Al encontrarse en tierras lejanas, su pensamiento y preocupación se enfocan en la tierra que le vio nacer y crecer, México. Nace en él un sentimiento de pertenencia mexicana, aunque sus padres fueran Españoles, su arraigo se mantiene con vida en México, siente esa necesidad de exponer su historia, aclarar su identidad, no por nada, firma cada una de sus obras como Pietro Márquez, Messicano.
“A la muy noble, ilustre e imperial
Ciudad de México… donde floreció la singular cultura de sus primeros
fundadores… ¿A quién, sino a vos que, teniendo presentes tantos otros
monumentos de los antiguos mexicanos, aún poseéis luces en abundancia para
poder ilustrarlos cumplidamente.”
Es así, como el Padre Márquez trata de exponer la identidad propia,
tomando conciencia de la historia de su país.
“Los mexicanos de hoy están
destinados a hacer en la gran comedia del mundo la representación de la plebe;
pero sus antepasados estaban educados de otra manera; tenían maestros y libros;
tenían otro gobierno y, en suma, eran los amos”.
2) Humanismo
Márquez protege la cultura que considera propia y hace una crítica a
aquella pretensión que hay en tratar de desvalorizar a las culturas indígenas
por distintos factores, ya sean accidentales o contingentes.
Protege el lenguaje:
“No hay cosa más común entre
los habitantes de la Tierra que el reírse el uno del otro cuando oye que éste
habla en una lengua que no es la nativa suya: efecto de la ignorancia que aún
se ve en muchos que se reputan doctos y discretos”
Existe en el Padre Márquez un humanismo, una protección por las minorías,
por el débil, por el ser humano concreto, donde no existe ninguna objeción a su
cultura, a su lengua, a su piel. Pedro va
a lo profundo, a la humanidad misma y lo hace alegando a la verdadera filosofía.
No tiene reparo en defender al indígena, al mexicano criollo, porque no ve
diferencias esenciales, para él todos son humanos.
El Padre Márquez es considerado pionero en el tema de la Identidad Mexicana, al igual que un humanista protector del indígena y el esclavo en la época. Su obra literaria es considerada como uno de los capítulos más destacados del Pensamiento Ilustrado en el Mundo Hispánico. Pedro fallece en la Ciudad de México el 2 de septiembre de 1820.
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